¿Por qué se caen los senos?
Redondos, puntiagudos, chicos, medianos o grandes. Sea cual sea su forma o tamaño, la mayoría de las mujeres desean que sus senos estén siempre firmes y hacen hasta lo imposible para evitar que se caigan.
Pero, al parecer, la misma naturaleza confabula para hacer de este objetivo todo un dolor de cabeza, ya que, como explica la Dra. Rhonda Smalls —directora del departamento de obstetricia y ginecología de Kaiser Permanente Los Ángeles—, “la ptosis mamaria (o caída del seno) es una consecuencia natural provocada por la pérdida progresiva de la elasticidad en los tejidos de la piel de la mujer”.
Factores que influyen
De acuerdo con la experta, se han identificado ciertos factores que influyen en la temida caída. Entre ellos están:
La edad. “Los senos no contienen músculos propios como otras partes del cuerpo. Estos están compuestos de grasa, glándulas, conductos de leche y un conjunto de tejidos conectivos [conocido como ligamentos de Cooper] que proporciona algún apoyo estructural”, explica la Dra. Smalls. “Es por ello que la flacidez es común y, en gran medida, inevitable. Especialmente frente al factor de la edad, ya que a medida que una mujer envejece, el tejido de los ligamentos conectivo [y en general de la piel] se estira y pierde su elasticidad”.
Subidas y bajadas de peso. Las fluctuaciones de peso, incluyendo las que se produce con los embarazos, contribuyen también en el efecto de la flacidez y caída de los senos.
El tabaquismo. Mírese por donde se mire, el cigarrillo es definitivamente uno de los peores enemigos de la belleza. Y es que, como explica la Dra. Smalls, esto se debe a que los componentes del cigarrillo destruyen la elastina, que es la proteína que da a la piel su elasticidad.
“Con niveles más bajos de elastina, los senos se inclinan y caen. Por ello, es bueno evitar el vicio del tabaquismo”, recalca la experta.
No proteger los senos del sol. El exponer la piel del pecho directamente al sol también afecta la firmeza de los senos. “Los rayos del sol hacen que esta parte de la piel se queme, arrugue y envejezca prematuramente. Lo ideal es aplicarse un buen protector solar y procurar evitar exponerse al sol”, explica la ginecobstetra.
Además de proteger el área del pecho con bloqueador solar se recomienda humectar a diario la piel de los senos con una crema hidratante que contenga colágeno, particularmente en los meses de intenso sol y calor.
Tener senos grandes. “Puesto que la gravedad causa que los senos se caigan, entre más grandes son los senos estos están más propensos a caerse debido a que pesan más que los pequeños”, afirma la especialista.
Usar un sostén de la talla equivocada. Aunque su efecto es menor que las anteriores causas, el usar un brassier que no sujeta adecuadamente influye en la flacidez y caída de los senos.
Las amantes de los deportes deben tomar muy en serio este factor ya que al no usar un brassier deportivo (que se ha diseñado para sostener con precisión los senos mientras se ejercita) las mamas se pueden caer prematuramente ante el impacto de bruscas subidas y bajadas de los senos mientras se correo o salta, acción que puede causar el rompimiento de los ligamentos conectivos de los senos con el tiempo.
La buena noticia
Aunque no hay mucho que se pueda hacer para frenar algunas de sus causas naturales —como lo son el factor genético y la edad, por ejemplo—, la Dra. Smalls asegura que existen algunos buenos hábitos que las mujeres pueden adoptar para prevenir que los senos se caigan. Entre ellos se encuentran:
Una dieta equilibrada. Esto ayudará a mantener un peso adecuado y evitará los cambios drásticos de peso que son los que causan la flacidez y caída de las mamas.
Usar el sostén adecuado. El buen brassier es aquel que se ajusta perfectamente a la forma de los senos, pero sin apretar demasiado.
Seguir una dieta saludable en cada embarazo. Para prevenir el sobrepeso durante el embarazo, se recomienda alimentarse de manera saludable, siguiendo al pie de la letra las recomendaciones del obstetra.
Es solo un mito
La idea de que los senos se caen a razón de la lactancia es uno de los grandes mitos en torno a este problema.
“El amamantar ‘no’ causa la flacidez y caída de los senos”, afirma la Dra. Smalls. “Numerosos estudios han demostrado que son los cambios de tamaño que sufren los senos durante el embarazo, los que marcan la diferencia y no la acción del amamantamiento. La leche materna sigue siendo el mejor alimento para un bebé, por lo tanto este mito no debe impedir la recomendada lactancia”.
El aumento de peso en el estado de gravidez, el número de embarazos y los cambios hormonales son en realidad algunas de las razones implicadas en la caída de las mamas en las féminas.
El cambio estructural que los senos sufren durante la menopausia también influye, ya que cuando el tejido glandular denso de las mamas es sustituido por la grasa, se incrementa el riesgo de que los senos se tornen flácidos.