Mi perro murió. ¿Qué hago?
Cuando un perro muere, la sensación de vacío que deja en la familia es muy notable. El dolor por perder a un ser que nos ha acompañado durante tantos años y que tanto nos ha querido y hemos querido, se hace muy difícil de superar.
La muerte de un perro es un momento triste y doloroso para quien ama a su mascota pero es algo que realmente tenemos que pasar tarde o temprano los que tenemos animales en casa, si bien es ley de vida que ellos vivan menos años que nosotros. Por lo que debemos estar preparados para cuando llegue el momento.
Hay quienes se sorprenden de lo que pueden llegar a sentir tras la pérdida de su perro, es muy natural llorar y decaerse por la pérdida de aquel acompañante que ha estado con nosotros tanto tiempo a lo largo de su vida, es totalmente normal que te sientas apático, sin ganas de ver a gente, sin ánimos de nada, hasta de querer comer.
Es importante destacar que hasta un 10% de las personas que recién pierden a su perro necesitan asistencia psicológica para superar su muerte, y que el duelo dura aproximadamente dos meses, por tanto, si sintieras que tu duelo durara más, no te avergüences de acudir a un especialista.
Los más pequeños de la casa y la gente anciana que vive con la única compañía de su perro son las personas más afectadas por estas pérdidas, por eso te damos algunos consejos de cómo poder superar el dolor de la pérdida de alguien tan importante en tu vida:
– Es importante hacer una ceremonia de despedida: enterrar al perro y hacerle una pequeña ceremonia puede calmar ese dolor, puesto que puedes aprovechar ese momento para desahogarte y decirle todo lo que ha supuesto para ti su compañía.
– Escribe una carta de despedida. Es muy positivo que también te desahogues escribiendo unas letras a tu perro contándole todo lo que sientes en ese momento y agradeciéndole todo lo que te ha aportado en tu vida.
– Las rutinas son las más difíciles de superar: así que no tienes por qué cortar con esos hábitos. Sigue saliendo a esas horas a pasear, aunque sea solo, e intenta sonreir de los momentos de diversión que pasaron juntos y aquellas actividades que no puedas realizar y que eran hábitos que realizabas con tu perro, sustitúyelas por otras actividades que te resulten agradables: lo importante es no darle vueltas a lo mismo como una espiral de la que no puedas salir, recuerda a tu perro siempre que quieras, pero siempre esbozando una sonrisa por esos magníficos momentos compartidos.
– Nunca adoptes un perro para sustituir a otro: mientras dure el duelo, deje que pase. Una vez hayas aceptado la muerte de tu perro, entonces estarás preparado para adoptar otro y darle todo ese cariño que sientes por estos animales.
Todos en algún momento de nuestra vida perdemos a alguien y logramos superarlo. No te quepa la menor duda de que superarás la muerte de tu perro y quédate con la vida que le has dado, seguramente, la mejor.
Fuente: telemetro.com