Mejores trucos para conciliar el sueño (sin pastillas)
Los problemas para conciliar el sueño se convierten en un quebradero de cabeza para miles de persona que cada noche se enfrentan a su terrible pesadilla: pasar horas y horas dando vueltas en la cama sin conseguir dormirse.
Cada vez más personas se entregan a las pastillas para dormir y otros remedios farmacológicos para conseguir un descanso sin interrupciones, de calidad y duradero. Y no es para menos. Según la Sociedad Española de Neurología, más de 4 millones de adultos en nuestro país sufren insomnio crónico, y entre un 25% y un 35% lo padece transitorio.
Sin embargo, los expertos advierten que las píldoras para dormir no siempre son eficaces o seguras, y muchos consideran que los pacientes deben limitar su uso. ‘¿Entonces, cómo voy a conseguir descansar cuando, simplemente, no puedo?’, se preguntarán muchas personas. Buenas noticias: existen diferentes remedios naturales que ayudan a conciliar el sueño sin necesidad de rogar al especialista que nos haga una receta. Toma nota, y dulces sueños.
Tómate una infusión
A menudo escuchamos que es bueno tomar algo caliente antes de irnos a dormir prescindiendo en todo caso de bebidas que contengan cafeína. Si, dadas las horas, no te apetece ponerte a preparar un caldo de pollo, optar por una infusión caliente siempre es una buena idea. Además, en el mercado encontrarás multitud de variedades que incluyen hierbas como valeriana o manzanilla con las que conciliarás el sueño rápidamente.
No te metas en la cama
No al menos corriendo y deprisa. Tómate un tiempo para cansarte antes de tumbarte en horizontal sobre la cama. Es la mejor manera de ahorrarte unas cuantas vueltas por el colchón. Uno de los mayores problemas que tienen las personas a las que les cuesta conciliar el sueño por la noche, es que no son capaces de relajar su mente no piensan en otra cosa que no sea el claro y frustrante mensaje ‘venga, tienes que dormirte’.
Los expertos recomiendan que si después de media hora tumbados no hemos conseguido dormirnos, salgamos de la cama para ponernos a hacer alguna actividad que nos agote del todo: leer, ver la tele, cocinar o recitar un poema. Para gustos, colores. Procura que no sea algo estimulante o para lo que necesites demasiada luz brillante. Recuerda que quieres relajarte del todo, no espabilarte y pasar la noche en vela.
Relajación muscular progresiva
Desarrollada por primera vez en 1915, esta técnica se basa en sencillos ejercicios en los que sistemáticamente vamos tensando poco a poco todos los músculos del cuerpo para después relajarlos uno a uno.
Más allá de la sensación de descanso físico y mental –piensa que para hacer el ejercicio has ido repasando mentalmente cada parte de tu cuerpo–, los especialistas del sueño aseguran que esta técnica también tiene una serie de ventajas de lo más saludables como reducir la fatiga corporal. Te duermes al momento y te despiertas hecho un toro.