La obsesión de los hombres: las nalgas
Cada persona, sea hombre o mujer, tiene diferentes preferencias, gustos, fantasías y deseos sexuales. No hay reglas preestablecidas ni guías concretas que sirvan para todos o todas.
Dicen que los hombres no miran solo las pompis, sino cómo la mujer las lleva. ¿Por qué las mujeres mecen sus nalgas y caderas de un lado a otro cuando caminan? Porque las caderas son más anchas que la cintura y la mujer se mueve de un lado a otro para balancear su peso y mantenerse en pie. Mientras mayor sea la diferencia en la proporción cintura-cadera, más exagerado es el vaivén.
Cuando la mujer está más fértil o está ovulando, sus movimientos se pronuncian más. Los movimientos de caderas son como la llamada de la especie para aparearse. Si se observa a mujeres mayores o a mujeres sexualmente satisfechas, sus movimientos de caderas no tienen el mismo vaivén exagerado que una mujer que lleva seis meses sin tener sexo.
Nuestra parte trasera es claramente el centro de sus miradas, también un punto del que sus manos nunca pueden apartarse, estimula su deseo y lo enloquece. Tu aprovéchate de ello y dale algunas de sus posturas sexuales favoritas, por ejemplo la butaca.
Esa es una posición muy sensual en la que ambos llevan el ritmo, el hombre ayuda a su compañera a ser penetrada, ella apoya las piernas suavemente en sus hombros y lo atrapa con sus piernas, permitiendo que él tenga espacio para estimular su clítoris. No es tan sencilla de lograr, lo que nos permite ver que a los chicos les encanta la dificultad.
Fuente: elsiglo.com