Consumo adecuado de proteínas
La dieta de la madre durante el embarazo hasta la lactancia influye directamente en la salud de su hijo. Esos primeros días de vida son cruciales para evitar algunas dolencias en la edad adulta.
Así lo recordó Roderick Bejarano, pediatra del Hospital San Fernando en la charla “Alimentación durante los primeros mil días de vida”.
El galeno hizo hincapié en en el consumo correcto de proteínas.
El riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como obesidad y diabetes, así como afecciones cardiovasculares e hipertensión, tiene una estrecha relación con la alimentación de la madre y el consumo de proteínas. A este vínculo se le denomina “programación metabólica”.
Por esta razón, es necesario que la madre desde el inicio del embarazo ajuste su consumo diario de este componente y de igual forma el de otros nutrientes.
Si un bebé consume un aporte excesivo de proteína se altera su metabolismo, estimulándose actividad hormonal que favorece un crecimiento acelerado, acumulación de tejido graso, sobrepeso y obesidad, explicó.
Además, debe asegurarse de proveerle el consumo exclusivo de leche materna a su pequeño durante los primeros seis meses.
Este alimento le brindará las cantidades apropiadas de proteína y todos los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Después de estos meses hay que empezar con la introducción de alimentos sólidos, pues la cantidad de proteínas que provee la leche materna se reduce de forma gradual y de acuerdo con la velocidad del crecimiento del lactante.
“Es decir, la naturaleza provee la cantidad exacta que el niño necesita acorde a su crecimiento saludable”, detalló Bejarano.
Después de la leche materna, los primeros alimentos que se recomiendan incluir en la alimentación de los pequeños son frutas, verduras o cereales, unas dos raciones de alimentos en el día.
Fuente: prensa.com