Obama: Hemos garantizado que Irán jamás echará mano de una bomba atómica
El levantamiento de las sanciones en virtud del acuerdo nuclear y el intercambio de prisioneros no van a convertir en amigos a Estados Unidos e Irán. El presidente Obama no ahorró satisfacción en su comparecencia de este domingo por los resultados de lo que llamó «democracia inteligente», pero quiso remarcar las «profundas diferencias» entre ambos países. Un distanciamiento que simbolizó casi a la misma hora su Administración con el anuncio de nuevas sanciones al régimen de los ayatolás, sobre misiles balísticos, que permitió a Obama remarcar: «Seguiremos adelante con esas sanciones y seguiremos vigilantes».
Culminaba así el fin de semana de confirmación del histórico acuerdo nuclear que tanto el Gobierno iraní como el norteamericano han presentado con una cuidada puesta en escena, pensando en los críticos, que en Estados Unidos siguen hablando de capitulación. «Bajo el acuerdo nuclear del año pasado, nosotros y nuestros aliados hemos garantizado que Irán jamás echará mano de una bomba atómica», ha afirmado ante la prensa. Frente a ello, el presidente, que firmó la noche del sábado la orden ejecutiva para levantar las sanciones, ratificó el mensaje de Kerry de la víspera: no se trata de un acuerdo de confianza sino de verificación.La Administración Obama ha logrado disipar de momento las críticas al levantamiento de sanciones a Irán. El intercambio de prisioneros entre ambos países con el que se presentó en sociedad, que devuelve a su hogar a cinco estadounidenses (tres de ellos hacían escala este domingo por la noche en Ginebra, procedentes de Teherán), fue saludado positivamente también por los candidatos republicanos. En medio de la alegría general por ellos y sus familias, difícilmente iban a tener mucha repercusión las preguntas por el precio pagado a cambio.
Mientras Obama insistía este domingo en que el paso dado por su Administración y por el resto de la comunidad internacional (China, Rusia, más Alemania, junto con la UE) hace del mundo «un lugar más seguro», la respuesta de los líderes republicanos apuntaba este domingo al destino de los aproximadamente 100.000 millones de dólares (91.600 millones de euros) que va a recuperar Irán, hasta ahora congelados por las sanciones, recordando que es un país que sigue financiando a organizaciones consideradas terroristas.
Tras el visto bueno de los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA, en sus siglas en inglés) a los «pasos previos» dados por Irán, el régimen chií va a iniciar su regreso al mercado retomando la exportación de petróleo. Los últimos años de prohibición de venta al exterior han supuesto una gran merma para el séptimo productor del mundo. A ello hay que sumar el acceso al sistema financiero internacional de un régimen muy necesitado de levantar una economía debilitada por la presión y cuyo fortalecimiento constituye, a su juicio, una amenaza para el mundo