Concierto de Prince Royce y Wisin en Panamá 2016 – FOTOS
Comodidad, esa fue la palabra clave que muchos utilizaron para darse cita al concierto de Prince Royce y Wisin la noche del jueves, en el centro de convenciones Amador (antiguo Figali).
La mayoría de los caballeros en “short”, incluso algunos en chancletas y las chicas con pantaloncitos ceñidos al cuerpo inundaban el área, pero todos listos para disfrutar de los mejores éxitos de estos artistas internacionales, y por qué no, del nacional, Dubosky, quien fue el telonero del “show”.
El canalero brindó una presentación fuera de serie, con un cuerpo de baile conformado por más de seis bailarines y cantó alrededor de 45 minutos sus afamados temas como “Novia pa’ qué”, “Trauma”, “Hay amor” y “Novio de mentira”.
Todo se desarrolló bastante puntual. Finalizadas las interpretaciones del reguesero, a eso de las 10:15 p.m. salió Wisin.
¡Ay, papá!, esta vaina no tuvo nombre, como se dice en buen panameño. Fue casi una hora y pico de buen reguetón que las féminas estaban al borde de un colapso con sus parejas, ya que los que se encontraban en el recinto aprovecharon para apretar sus cuerpos y menearse al son del género.
Bien talla’o, todo de negro, de pie a cabeza, así estaba Wisin volviendo loco a su público con canciones como “Duele el corazón”, Sube la adrenalina”, “Nota de amor”, “Que viva la vida”, “Yo quiero contigo”.
Cabe resaltar que aunque el plato fuerte era Prince Royce, Wisin lo apagó con su presentación.
El puertorriqueño terminó su salida, pero venía el mismo Prince Royce con su despliegue de bachata.
El artista alborotó más a las nenas, pues invitó a una chica a subir a la tarima acompañada del tema “Corazón sin cara”. Royce sobó a la joven, le tapó los ojos, la abrazó e impregnó de su sudor el cuerpo de la mujer y hasta le dio un “piquito” con una rosa roja, ocasionando fuertes gritos por parte de las espectadoras. Fue un momento cargado de sensualidad.
Incluso, el cantante tiró al público su toalla con la que se secaba el sudor, regaló rosas y una gorra negra.
Fue casi una hora y media de un repertorio de mucha bachata y tiradera de pasos que se extendió pasada la 1:00 a.m.