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¿Por qué él? Próximamente- Solo en cines

En un foro en Los Ángeles, Bryan Cranston está mirando fijamente a James Franco. Están en el set de una residencia opulenta decorada para las fiestas navideñas, con un árbol de navidad greñudo y chueco en una esquina de la habitación. De pronto, Cranston pierde el control, tirando a Franco al piso. Pero Franco lo evita, y se lanza a través del cuarto, subiéndose a un tanque gigante conteniendo un alce muerto preservado en formaldehído. Arte moderno. El vidrio comienza a cuartearse…

Estamos en el chistosísimo set de ¿POR QUÉ ÉL? de John Hamburg, filmándose en el lote de Fox en Century City. Cranston interpreta a Ned, un lindo y cariñoso padre del medio oeste de los Estados Unidos cuyo mundo se voltea de cabeza cuando llega a Silicon Valley con su familia a pasar las fiestas navideñas con el nuevo novio de su hija, el magnate de la tecnología Laird (Franco). Y esta escena es un ejemplo clásico de cómo todo le sale horrorosamente mal a Ned, que se enfurece por las excentricidades de multimillonario de Laird y lo juzga completamente inapropiado para su amada Stephanie (Zoey Deutch).

“Stephanie es la niña de los ojos de Ned”, dice Hamburg (TE AMO, BROTHER, MI NOVIA POLLY) de la película que también coescribió. “Creen que van a conocer a un estudiante de último año de la universidad, y en lugar de eso se ha enamorado de Laird, que le lleva diez años. Es un magnate de la tecnología tatuado que habla con groserías y no tiene filtro. Es el tipo de hombre que es muy exitoso en algunos aspectos de su vida, pero muy subdesarrollado en otros”.

Esa parodia de los cerebritos de Silicon Valley es muy acertada, y muchas de las escenas cómicas de la película están construidas alrededor del excéntrico Laird y sus gustos estrafalarios. Franco dice que colaboró con Hamburg para darle al clavo a esas excentricidades. “Yo diría que lo fuimos moldeando en el camino”, explica. “Laird no es una mala persona. De hecho es bastante bueno para Stephanie. Pero Ned de verdad no lo entiende”.

“Creo que muchos hombres de mi edad verán esto y dirán, ‘Me sentiría exactamente igual”, se ríe Cranston de su personaje. “Si mi hija tuviera a este lunático de novio, perdería la cabeza. Tengo una hija de 23 años, así que no fue nada difícil para mí entender ese miedo, esa preocupación, esa angustia”.

Y la película se trata de la forma en que está cambiando el mundo, dice Hamburg. “Tienes este conflicto entre Cranston y Franco – esta especie de papá normal, con los pies bien puestos sobre la tierra, con principios de la vieja escuela, y este demente que personifica a la nueva escuela”, explica.

Cranston y Franco siempre fueron las primeras elecciones de Hamburg para los papeles de Ned y Laird, y los dos actores tienen enfoques muy diferentes, aunque igualmente válidos, hacia su trabajo. En el set, Franco es callado y reflexivo, vivo en el momento, y después reflexivo en los descansos de la filmación. Cranston, mientras tanto, usa sus descansos para mantener la energía en el set – bromeando con el equipo y discutiendo la forma en que va la escena con sus compañeros actores y Hamburg. Es un contraste que se refleja en sus personajes, aunque un respeto mutuo se encarga de que no haya fricciones de la forma en que las tienen Ned y Laird.

“Al hacer una película como ésta estás buscando a dos personas con diferentes energías”, explica Hamburg. “Ésa es la historia. Si Ned puede identificarse con Laird en alguna forma, entonces no creo que podamos tener una película. Tiene que creer que este tipo es casi un extraterrestre. Ya conocía un poco a James, y nunca había conocido a Bryan antes de buscarlo para esta película, pero tenía esa sensibilidad. No sabía exactamente cómo serían en el set cuando las cámaras no estuvieran filmando, pero sí sentí algo como, ‘Aquí hay dos hombres distintos’.”

Cuando se trató de colaborar, el par estuvo en sincronía. “Esta escena”, explica Cranston, “que culmina en un punto de ebullición para estos dos hombres que son tan agresivos el uno con el otro, no estaba necesariamente a este grado en el libreto. Ambos sentimos que debía llegar al punto donde simplemente se saliera de control, y todo se desmoronara”.

“Es una gran sensación cuando trabajas con un compañero, especialmente en la comedia, donde hay mucha improvisación”, dice Franco. “Cuando tienes un compañero que lo entiende, es como tocar música. Es como el jazz. Somos instrumentos diferentes, pero tocamos la misma melodía. Puedes jugar y construir cosas a partir del otro. Uno de los elementos clave en este proyecto para mí fue Bryan. Yo había estado haciendo mucha comedia, principalmente con Seth Rogen, y me gustó la idea de tener un tipo diferente de compañero cómico para rebotar y ver a dónde nos llevaba eso”.

Con todo el énfasis en Ned y Laird, ¿POR QUÉ ÉL? es completamente una comedia familiar, y el clan entero de Ned está representado, con Megan Mullally interpretando a su esposa Barb, y Deutch y Griffin Gluck interpretando a Stephanie y a Scotty respectivamente; los hijos de Ned. Cómo reacciona cada uno a Laird atiza la furia desmedida de Ned. Su esposa está encantada con el cortés empresario, y Scotty está maravillado con las innovaciones tecnológicas que llenan el departamento de Laird.

“Barb es un poco más relajada que Ned”, explica Mullally. “Es una artista y fotógrafa y siempre ha sido algo salvaje comparada con él. Pero siguen siendo una pareja conservadora del medio oeste de los Estados Unidos, así que no es salvaje bajo ningunos otros estándares en realidad”.

A Laird le cae de maravilla Barb y, ansioso por causar una buena impresión en los padres de Stephanie, compensa de más coqueteando con ella. “Le dice cosas muy inapropiadas a Barb en la cara de Ned”, se ríe Mullally. “Creo que simplemente ocurre que James Franco me considera súper sexi”.

Es Stephanie, de hecho, quien entiende mejor lo que le pasa a su padre, aun cuando está exasperada por su sobreprotección. De la atracción de Stephanie a Laird, dice Deutch, “Es un caso de atracción de opuestos. Está encantada por su sinceridad brutal y su falta de miedo. Es un estira y afloja [para Stephanie]. Es una lucha interna para entender del lado de quién está a cada paso del camino”.

El adolescente incómodo del grupo, Scotty, llega a idolatrar a Laird, causando el pesar de su padre. “Siento que muchas personas podrán identificarse con este escenario familiar”, explica Gluck. “Todos tienen esa parte demente de su familia con la que tienen que lidiar”.

Gluck ha aceptado con los brazos abiertos la pasión de Hamburg por la experimentación dentro de las escenas, añadiendo diálogos y acciones que no formaban parte del libreto. “Siento que debo haber arruinado muchas tomas riéndome”, se carcajea. “John me ha ayudado mucho, y nos deja juguetear cuando queremos”.

Para Hamburg, este tipo de desarrollo de las escenas es esencial para que la comedia sea aguda. “Tienes que estar abierto a lo que ocurra, porque eso es lo que hace que se sienta vivo”, dice. “El tono que busco es el real. Hay cosas dementes que pasan en ¿POR QUÉ ÉL? pero el objetivo es que todo lo que ocurre podría ocurrir. Hay tipos como Laird que sí existen. Hay muchos Neds. Hay muchos padres de hijos que están saliendo con alguien que no aprueban. Ésa es la situación muy identificable de la vida real que trato de retratar”.

Interpretando a Gustav – el encantadoramente excéntrico administrador de inmuebles alemán de Laird, encontramos al cómico Keegan-Michael Key, mejor conocido por su trabajo en la serie de comedia de sketch KEY AND PEELE. “Es el guía espiritual de Laird y la persona que lo ayuda a mejorarse”, explica Key. “Es lo que se podría considerar un hombre del renacimiento, y lo que Laird llamaría ‘todólogo’. ¿Cómo puedes saber cómo hacer una chiffonade culinaria así como dirigir un coro, hacer dos tipos de Kung Fu, buceo libre y construir un ala delta con bolsas de basura? Este tipo puede hacer lo que sea”.

Franco y Key han creado una fuerte relación cómica en el set de ¿POR QUÉ ÉL? “James y yo no nos conocíamos muy bien”, recuerda Key. “Pero desde el primer momento en que nos conocimos en la oficina de John ha sido lo máximo. Empezamos a intercambiar ideas, porque ambos tenemos experiencia en la improvisación. Tenemos el mismo ímpetu y entusiasmo y ha sido un privilegio trabajar con él”.

A Cranston, mientras tanto, filmar ¿POR QUÉ ÉL? le ha ofrecido la oportunidad de regresar a la comedia. Es fácil de olvidar, con el éxito superlativo de BREAKING BAD, que el primer gran papel en televisión de Cranston fue en MALCOLM IN THE MIDDLE, como el desventurado patriarca Hal. “Extrañaba divertirme bobamente en un set”, dice. MALCOLM IN THE MIDDLE terminó hace una década, pero la lucha de Cranston con Ned fue cerciorarse de que Hal no se asomara en su actuación. “Es como cuando tienes un par cómodo de zapatos, cuando interpretas a un personaje durante tanto tiempo. Lo que quiero asegurarme de hacer aquí es de usar un par diferente de zapatos”.

“Fue un acto de fe para Bryan hacer una comedia en la pantalla grande”, reflexiona Hamburg. “Como el tono es tan específico, y no sólo se trata de las bromas, es un salto de fe para cualquier actor que no hace una comedia tras otra. Pero es muy inteligente como actor, y quería saber que Ned tenía un viaje de autodescubrimiento. Que comenzaba en el punto A y que terminaba – ni siquiera en el B, sino en el punto Z. Trabajamos juntos en la historia para asegurarnos de que así fuera”.

Mientras Hamburg alista otra toma, entusiastamente improvisando nuevos diálogos con Franco, Cranston y el resto del reparto, una idea completamente nueva surge y prontamente reconfiguran todo para integrarla.

Hamburg está de acuerdo con la opinión de que una película se hace tres veces – en la página, en el set y en la edición. Es este tipo de evolución que le da impulso a ¿POR QUÉ ÉL? “Hay tanto que se reescribe y se ajusta”, dice Hamburg. “Escribimos nuevos diálogos, los grabamos, reordenamos escenas enteras. La edición es la reescritura final. Siempre tienes el guion frente a ti, y haces referencia a él porque a veces te alejas de la intención original. Pero el guion casi no importa a esas alturas. Es lo que funcione para transmitir lo que quieres transmitir”.