«Beasts of No Nation» llega a Netflix
Las primeras conversaciones entre el director Cary Fukunaga e Idris Elba sobre su drama acerca de niños soldados «Beasts of No Nation» fueron, de acuerdo con Elba, sobre el nivel de profundidad en el que querían adentrarse.
«Hay una versión de esta película que es mucho más comercial y mucho más fácil para el público», dijo Elba en una entrevista. «Cary no quería hacer eso, yo no quería hacer eso».
En cambio, «Beasts of No Nation» es un descenso violento a la guerra, vista desde la perspectiva de un niño, y sus prospectos comerciales están bajo control. La película, en la que un chico de África Occidental (Abraham Attah de 15 años, originario de Gana) queda huérfano por la guerra e ingresa a un ejército rebelde encabezado por un comandante interpretado por Elba, fue adquirida por Netflix como su primer largometraje original.
Cuando «Beasts of No Nation» se estrene el viernes se presentará en algunos cines selectos a través de la distribuidora independiente Bleecker Street. Pero la mayoría de la gente la verá en casa gracias a Netflix. Esta incursión del servicio de streaming en el cine ya ha resonado en Hollywood y ha generado acuerdos con figuras como Brad Pitt, Adam Sandler, Leonardo DiCaprio y Judd Apatow.
«Beasts of No Nation» es un drama de guerra audaz e implacable que abre un nuevo capítulo en el cine por internet.
«Definitivamente no es una película fácil de ver», dijo Elba. «Tiene agallas»
Tampoco fue fácil de filmar. Fukunaga, el director de 38 años de la aclamada primera temporada de «True Detective», la adaptación de «Jane Eyre» de Charlotte Bronte y la cinta sobre inmigrantes «Sin Nombre», había querido hacer una película sobre niños soldados por más de una década. La cinta cobró forma cuando conoció la novela homónima de Uzodinma Iweala publicada en el 2006.
Fukunaga insistió en que la cinta, con un presupuesto de 6,3 millones de dólares (y adquirida por Netflix por 12 millones), se filmara en África Occidental. Al final decidieron que sería en Gana, donde nunca antes se había filmado una película de Hollywood.
«Fue una producción tremendamente complicada, problemática e infortunada», dijo Fukunaga. «No puedo creer que hayamos sobrevivido».
Fukunaga y otros miembros del equipo se enfermaron de malaria. Su camarógrafo se desgarró el tendón de la corva, por lo que Fukunaga tuvo que reemplazarlo. Cuando los necesitaban, los extras se negaban a trabajar si no les pagaban más. El equipo militar que necesitaban como armas y vehículos llegaba de manera impredecible. La producción desconocía los pronósticos del clima, así que no sabían si la lluvia iba a durar 20 minutos o todo el día. Elba se enfermó de catarro y no muy lejos de ahí surgió el brote de ébola.
«Era tan temprano en aquel entonces que nadie sabía qué tan grande iba a ser», dijo Fukunaga sobre la enfermedad viral . «Para cuando terminamos de filmar, era una epidemia que había estallado por completo».
A lo largo de las siete semanas de filmación, Elba se mantuvo en su personaje de líder rebelde que adiestra a chicos para que sean asesinos.
«Los extras que no habían tenido mucha experiencia preferían que yo siempre fuera el comandante», dijo Elba. «Eso fue definitivamente muy bueno para lo que se terminó viendo en pantalla. Se siente en el momento todo el tiempo porque estábamos en el momento gran parte del tiempo».
Elba logra una de las actuaciones más poderosas de su carrera como una figura de autoridad entre los milicianos. A pesar de la oscuridad que exigía el personaje, el actor británico dice que le dejó pocos residuos.
«Lo primero que hice cuando terminamos de rodar fue volar a Ibiza y tocar como DJ. Me lo quité de encima inmediatamente», dijo Elba. «Definitivamente me dejó una impresión, pero más desde el punto de vista de estar consciente de los sufrimientos de los chicos que son arrojados a estos ejércitos improvisados para cometer estas atrocidades increíblemente violentas».
Cuando Netflix presentó una oferta para «Beasts of No Nation», Fukunaga tuvo problemas para tomar una decisión. El director cree fielmente en la experiencia de la gran pantalla y espera que la gente vaya a ver la película en el cine. Pero al final lo convenció el jefe de contenido de Netflix, Ted Sarandos, quien estuvo de acuerdo con el estreno simultáneo.
Con más de 61 millones de subscriptores, Netflix implica un público mucho mayor.
«Nuestro alcance será mucho más amplio a lo que he hecho en el mundo de los largometrajes», dijo Fukunaga.
Elba cree que el acuerdo es representativo de la época.
«Quizá un viernes por la noche no vaya a ver una película sobre niños soldados», dijo. «Pero Netflix tuvo una iniciativa muy atrevida y la compró y eso es muy emocionante para todos, definitivamente ayudó a hacer más famosa la película. La controversia en torno a Netflix definitivamente no ha afectado nuestro filme».
Sarandos, quien rechazó hacer declaraciones para esta nota, se ha vuelto una figura permanente en el circuito de festivales, presentando a veces ofertas atractivas para películas como «Beasts of No Nation». Esto sugiere que Netflix podría pagar por películas que Hollywood deje pasar.
Muy a modo la primera escena de «Beasts of No Nation» observa el interior de un set de televisión que los niños han destruido.
«Es como ver a través de la lente», dijo Fukunaga. «Pero a través de la lente de la realidad».