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Riesgos del consumo en exceso de Vitamina C

La Vitamina C, también llamada ácido ascórbico, pertenece al grupo de aquellas que son solubles en agua. El ser humano no tiene la capacidad para sintetizarla ni almacenarla en el organismo, por lo que se debe adquirir de los alimentos y otras fuentes, como los suplementos vitamínicos.

La vitamina C cumple un rol fundamental en diversos procesos biológicos que ocurren en nuestro organismo, como el crecimiento y la reparación de los tejidos. «Esta vitamina es esencial para la síntesis de colágeno que forma parte de la estructura de los vasos sanguíneos, ligamentos, tendones y hueso», explica Nelson Rosazza, académico de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello.

El ácido ascórbico también cumple un rol esencial en la síntesis de neurotransmisores, como la Noradrenalina que contribuye a una adecuada función del sistema nervioso. Además, desempeña un papel importante en el metabolismo de los lípidos (grasas).

Otro aspecto de suma importancia son sus propiedades antioxidantes, con lo cual minimiza el daño causado por los radicales libres, responsables del envejecimiento y que además pueden estar involucrados en la aparición de ciertos tipos de cáncer y de enfermedades cardiovasculares, entre otros.

«La vitamina C es en general bien tolerada y no presenta toxicidad considerable. Sin embargo, algunos estudios ponen en evidencia que una dosis mayor a 2 g/día puede ocasionar trastornos gastrointestinales, como la diarrea», detalla el químico farmacéutico, quien agrega que otros estudios señalan que se requieren dosis aún mayores para producir estos trastornos (dosis mayores a 6 g/día).

«Muchas veces se ha asociado el consumo de vitamina C con la formación de cálculos renales, dado que el oxalato es un metabolito de la vitamina C que puede cristalizar como oxalato de calcio en los túbulos renales. Los estudios en este sentido no son concluyentes, pero el sentido común indica que para aquellas personas con tendencia a formar cálculos renales es aconsejable que no ingieran cantidades mayores a la ingesta diaria recomendada», subraya.

¿Quiénes no deberían consumir vitamina C?

Existen algunos reportes que indican un aumento en trastornos cardíacos, sobre todo en mujeres postmenopáusicas con diabetes, dice el experto. «En estos casos, no sería conveniente que la paciente reciba una cantidad mayor de vitamina C que la ingesta diaria recomendada», afirma Nelson Rosazza .

Presumiblemente, altas dosis de vitamina C podrían aumentar la absorción de hierro a nivel intestinal, con lo cual podrían empeorar los casos de los pacientes con hemocromatosis, enfermedad caracterizada por un depósito de hierro en diferentes órganos como el hígado, páncreas y corazón, entre otros, que conlleva a la mala función de estos órganos.

La ingesta diaria de Vitamina C recomendada por Food and Nutrition Board of the Institute of Medicine en Estados Unidos varía con la edad y el sexo al igual que con determinadas condiciones, como el tabaquismo, el embarazo y la lactancia. Así por ejemplo, en los niños entre 0 a 6 meses, la ingesta diaria recomendada es de 40 mg/día, aumentando a 50 mg/día entre los 7 y 12 meses. Entre 1 y 3 años, se recomienda una ingesta de 15 mg/día, de 25 mg/día en un rango de 4 a 8 años aumentando a 45 mg/día entre los 9 y 13 años de edad.

En el caso de los adolescentes varones entre los 14 y 18 años, la ingesta recomendada es de 75 mg/día, en tanto que para las adolescentes mujeres es algo menor (65 mg/día). Los hombres adultos mayores de 19 años deberían ingerir 90 mg/día, en tanto que las mujeres 75 mg/día.

Los fumadores deberían aumentar la ingesta a 125 mg/día para el caso de los hombres y a 110 mg/día en el caso de las mujeres fumadoras.
Para las mujeres embarazadas se recomienda una ingesta de 80-85 mg/día, y para las que están en período de lactancia, se recomiendan 115-120 mg/día.

Todos estos valores pueden ser alcanzados diariamente con una buena alimentación, no existiendo la necesidad de incorporar ningún suplemento vitamínico, concluye el experto.