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A los 83 años de edad, murió el exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, conocido alguna vez como «El Hombre Fuerte de Panamá».

Noriega fue sometido el martes 7 de marzo del presente año a una cirugía para eliminar un tumor benigno que tenía en el cerebro. Horas más tarde regresó al quirófano para una segunda operación por un sangrado que presentó, desde entonces permaneció bajo sedación profunda.

Su estado crítico era confirmado por su hija Sandra Noriega, quien en ese momento explicaba a los medios que el exdictador presentaba una hemorragia cerebral y estaba totalmente inflamado. El sangrado fue controlado, y permaneció sedado hasta el viernes 10 de marzo, según comunicaba su abogado y vocero, Ezra Ángel. Desde entonces mantuvieron pronóstico reservado a los medios de comunicación.

Noriega salió del centro penitenciario El Renacer el 28 de enero, tras recibir arresto domiciliario por tres meses, para los preparativos previos a la cirugía y cuidados post operatorios. Allí cumplía condenas por los homicidios de Hugo Spadafora, cuyo cadáver apareció decapitado en septiembre de 1985; Moisés Giroldi, quien encabezó un intento gopista el 3 de octubre de 1989 y la Masacre de Albrook de 1989.

Recientemente, la juez de cumplimiento de la provincia de Chiriquí, había aprobado la extensión a un año de la medida temporal de arresto domiciliario hospitalario a Noriega por el delito contra la vida e integridad personal en perjuicio de Hugo Spadafora.